Lo primero, nos gustaría dar las gracias a mailto:l@s%20niñ@s que este año hacen su Primera Comunión y a sus papás y mamás por la sencilla y a la vez fantástica celebración de la penitencia de hoy. Creemos que hemos ayudado a romper algunos mitos y tabúes de este sacramento y l@s niñ@s han estado felices de compartir este momento con vosotr@s.
Nos enfrentamos ya a la última semana de la Cuaresma, pronto llegará la Semana Santa y la Pascua. A lo largo de estas semanas, hemos descubierto en los evangelios de cada domingo el poder de Jesús con sus palabras y sus gestos. Jesús se nos revela como verdadero hijo de Dios, como agua viva y como luz de las personas. En este último evangelio dominical Jesús nos ofrece la vida eterna.

¿Qué nos enseña esta lectura de la Palabra de Dios? Lo primero que podemos observar es la gran amistad que unía a Jesús con Lázaro y sus hermanas, pues al encontrarse con María y verla llorar Jesús también se conmovió. Por otro lado, la fe que Jesús le pide a Marta es la que nos pide a nosotr@s, la confianza que demanda en la resurrección después de la vida. Este hecho demuestra que Jesús es Hijo de Dios pues tiene el poder de resucitar a los muertos y que el sufrimiento provocado por la muerte de un ser querido tiene que encontrar alivio en la esperanza de una vida eterna junto a Dios.
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