Aunque estamos de vacaciones, es bueno acordarse de vez en cuando de nuestro amigo Jesús y de lo que Él nos enseña.
Hoy mientras escuchaba el evangelio de la multiplicación de los panes y los peces y la homilía, me acordaba de las noticias sobre la situación del cuerno de África que inundan los telediarios. Jesús nos enseña en este evangelio a compartir, pero no dando lo que nos sobra, sino repartiendo y distribuyendo los bienes de forma proporcional y justa.
Desde luego algo debe estar fallando cuando nosotros tenemos tanto que nos sobra (juguetes, comida, ropa, muebles, soberbia, desmotivación, intolerancia, egoísmo) y otros no tienen nada.
Por eso en estas vacaciones, vamos a pedir a Dios que nos ayude a ver a los demás como hermanos y a comprender que compartir con los que tienen menos no es un gesto de caridad sino que estamos poniendo en práctica sus palabras y estamos actuando como verdaderas personas que buscan la felicidad en la felicidad del otro.
SÓLO LE PIDO A DIOS QUE LO INJUSTO NO ME SEA INDIFERENTE
¡Qué paséis unas felices vacaciones!
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