El dicho que dice "por San Blas, las cigüeñas verás", en nuestra parroquia sería más bien "por San Blas, las rosquillas verás". Y es que es ya una larga tradición, que cientos de personas vengan cada 3 de febrero, a recoger su paquetito de rosquillas.
Fue el sacerdote Don Eladio, el que allá por 1943 comenzó a convertir a San Blas en una tradición de la parroquia. Él fue quien pidió a las pelayas ovetenses la receta de este dulce y encargó a Herminia (fallecida en diciembre de 2011), ama de llaves de la iglesia, que las cocinara. Al principio, eran pocas las que se hacían, pues el horno de casa no daba para mucho, pero con el paso del tiempo y la demanda que fueron adquiriendo, en la actualidad se encargan a un horno, ya que este año se venderán 750 kg.
Pero ¿de dónde sale esta tradición y por qué se relaciona a San Blas con los enfermos de garganta y la infancia? Pues Covi, ha escrito la historia de San Blas para sus niños de post-comunión, y aquí os la dejamos.
Hoy, misa de fiesta a las 12.00 y bendición de niños a las 18.30.
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