El Papa Benedicto XVI se encuentra durante estos tres días de visita en Benín, con motivo de la conmemoración de los 150 años desde que empezaron a llegar misioneros a este pequeño país africano. Coincide también este año con las Bodas de Plata de la misión que la iglesia asturiana tiene en este país. Alguién que conoce bien este país y del que tiene muchos recuerdos, es José Manuel, nuestro sacerdote, que junto con otros dos compañeros, fueron los primeros en llegar a Benín en 1986 para transmitir el evangelio y la fe cristiana. José Manuel cuenta que cuando llegaron allí se le acercó un anciano del poblado y le dijo: "Veo que los cristianos no miran la cicatriz y se ayudan entre sí". Gracias a esta imagen, de personas comprometidas y tolerantes, que las gentes beninesas tuvieron de estos primeros misioneros, la población cristiana aumentó en el país de forma sorprenedente. Hoy en día un tercio de los ocho millones de habitantes que hay en Benín son cristianos.
Este proceso de evangelización tan largo pero fructífero es el testigo de que los misioneros llevan la esperanza allá donde ponen la palabra de Dios.
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