UN AÑO QUE SE ACABA...

2010 está a puntito de terminar y con él se termina una década. Ha sido un año que nos ha dejado alguna que otra noticia triste como los terremotos de Haití y Chile, las inundaciones de junio en Asturias o la crisis que no nos abandona; pero también hemos tenido noticias buenas como la liberación de los mineros chilenos, la visita del papa Benedicto XVI a España y no nos olvidamos de la victoria española en el mundial de fútbol.

Foto de Gregorio XIII

¿Ya habéis comprado las uvas? En todo el mundo se festeja mañana el fin de año, aunque de maneras muy diferentes. ¿Sabéis cuál es el primer país en recibir el año nuevo? Pues cuando aquí sean las 11 de mañana, el grupo de las Islas Kiribati estará entrando en el 2011 y curiosamente la primera isla habitada de este archipiélago que cambia de año es la Isla de Navidad. Y ¿sabéis porque se celebra el 31 de diciembre y no el 20 de junio o el 8 de septiembre? En el calendario romano se celebraba el último día de febrero, pero el emperador Julio César, con modificaciones de Marco Antonio, creó el calendario juliano, que hacía coincidir el año nuevo con el mes en que los cónsules romanos asumían el gobierno (1 de enero). Duarnte la Edad Media el papa Gregorio XIII promovió la creación de un nuevo calendario (el llamado calendario gregoriano que usamos actualmente) para adaptar el calendario litúrgico, en concreto la fecha de la Pascua, al calendario civil y éste, al año trópico, de manera que el año tuviera exactamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. 

Pero como os contábamos, el final del año se celebra de maneras muy diferentes.

En España, es tradición comer uvas se cree que desde tan sólo hace 101 años. En 1909 la cosecha de uva fue muy buena y los excedentes amplios, así que para deshacerse de las uvas sobrantes, los viticultores decidieron instaurar la costumbre de comer uvas para festejar el año que finaliza. Si bien es cierto que algunos escritos de la prensa ya hablaban de la costumbre de comer una uva por cada mes del año desde 1882. Esta tradición es compartida con Portugal y la costumbre asegura que sólo quien se coma las doce uvas a la par de las campanadas sin atragantarse, tendrá suerte en el nuevo año.

En Dinamarca, tienen una curiosa tradición. Para demostrar el aprecio a los amigos, en Nochevieja se van lanzando platos que se acumulan a lo largo del año ante sus casas. Cuantos más platos rotos haya en la puerta, más serán los amigos que tendrás.

Mucho más conocida es la tradición italiana de cenar lentejas para tener buena suerte a lo largo del año que entra. Además, en algunas ciudades como Roma o Nápoles, se tiran los trastos viejos por la ventana para terminar con la etapa pasada y comenzar una nueva con buen pie.

En Rusia, los niños esperan con alegría al Abuelo del Hielo que les trae regalos. Pero para conseguirlos tienen que bailar alrededor del árbol de Navidad y recitarle poemas.

En los países asiáticos esta celebración varía, en su mayoría, en la fecha. Por ejemplo, China celebra el año nuevo en febrero, India entre octubre y noviembre, Israel entre septiembre y octubre o Tailandia del 13 al 15 de Abril. En Japón las campanadas son 108 y los japoneses empiezan el año riendo porque creen que trae buena suerte, ¡qué buena manera de comenzar un año!. En el Tíbet se pasan los últimos dos días del año limpiando la casa y encendiendo antorchas para que los malos espíritus estén lejos.

En Egipto, reciben el año nuevo el día que la primera luna nueva aparece en el cielo. En año nuevo, incluso las mujeres que normalmente visten de negro pueden vestir con colores vivos.

Las celebraciones en los países americanos están marcadas por el hecho de estar en verano. En Brasil, es típico celebrar la entrada del nuevo año en las playas. En Argentina, se construyen muñecos de madera, tela o papel que se queman en la calle durante la noche. En Colombia, lo popular son los agüeros, una serie de acciones para tener suerte en el nuevo año, por ejemplo, recibir el año de pie para atraer la salud o dar un portazo cuando dan las 12 para ahuyentar los malos espíritus. En Venezuela, se prepara la hallaca, una receta tradicional y se escribe una carta con los deseos que luego se quema en Enero.

Oceanía, como ya dijimos anteriormente, contiene el primer lugar del mundo en recibir al año nuevo, pero también está en sus dominios el último país en empezar el 1 de enero. Como aquí también es verano y hace calorcito, la Nochevieja se celebra en la calle con fuegos artificiales, bailes y fiestas.