Un precioso fragmento del cortometraje checo "Most", en castellano "El puente", que nos hace comprender la dimensión de las palabras que aparecen en Juan 3, 16
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario